miércoles, 14 de septiembre de 2016

Otoño: frutas y verduras de temporada

Hoy os traemos una entrada un poco más especializada. Como sabréis, contamos con una sección de frutas y verduras en nuestro establecimiento de Oh! Delicatessen. Nos esforzamos por brindar a nuestros clientes los productos de mayor calidad siempre adecuados a la temporada estacional en la que estemos y siempre en pequeñas cantidades para cuidar los alimentos al máximo y ofrecerlos en sus mejores condiciones.


El otoño es esa estación donde las temperaturas van disminuyendo progresivamente, los días van siendo más cortos y nuestro cuerpo nos pide eliminar los excesos del verano.



Dependiendo del ciclo reproductivo de algunos frutales o de su lugar de cultivo, podemos encontrar durante todo el año algunas frutas como el limón, el plátano, el aguacate, el kiwi, la piña y el mango.

  • En el caso del limón, el kiwi y el mango, se tratan de frutas muy ricas en vitamina C que fortalecen el sistema inmunitario. 
  • El plátano y el aguacate, en cambio, son frutas ricas en potasio y magnesio, que intervienen en el buen estado de los nervios y los músculos, así como en la formación de los huesos. 
  • El kiwi, el plátano, el mango y el aguacate son frutas con un alto contenido en fibra para ayudar al buen tránsito intestinal.
En cuanto a las frutas de esta estación, muchas tienen colores muy vivos, lo que significa que nos aportan pigmentos con acción antioxidante que contribuyen a que mantengamos el sistema inmunitario en buenas condiciones y a prevenir enfermedades. Todavía podemos aprovechar, al principio de esta estación, algunas frutas como los arándanos, las frambuesas, las moras, las ciruelas, los melocotones, el melón y la sandía. Todas ellas tienen substancias con poder antioxidante y se acabarán pronto.

  • Cuando en agosto la higuera da sus primeros frutos, las brevas, en octubre volverá a proporcionarnos frutos nuevos: los higos. Se trata de una fruta rica en azúcares, fibra y antioxidantes.
  • En septiembre tenemos la variedad de pera blanquilla, que es muy fina y jugosa. Es una fruta con un alto contenido en agua y fibra. También contiene potasio y taninos con efecto astringente.
  • La variedad de manzana golden supreme, grande, redonda y amarilla, es de las primeras en llegar y se mantendrá todo el otoño. Esta fruta tienen un alto contenido en agua (el 85%) y en fibra, y aporta muy pocas calorías. Además, tiene propiedades antioxidantes. Si se consume cruda, estimula el tránsito intestinal, y si se come cocida o rayada, produce pectina con efectos astringentes.
  • Una fruta típica es el membrillo, baja en calorías y con poco contenido en azúcares, pero como no se consume cruda y sí en forma de confitura, el membrillo, acaba teniendo una elevado contenido en azúcares. A parte de aportar potasio, lo más interesante del membrillo es la gran cantidad de fibra que contiene en forma de pectina y mucílagos, además de los taninos (con gran poder astringente).
  • Otra fruta típica de esta estación es la granada, de color rojo vivo y, por lo tanto, rica en antioxidantes. Contiene pocas calorías, ya que tiene mucha agua. El mineral más abundante es el potasio, y destaca también su elevada cantidad de taninos.
  • La uva es muy representativa de esta estación. Las variedades para producir vino no son las mismas que las que se consumen en la mesa, que deben tener menos acidez y menos azúcares. Una de las variedades más populares es la de la uva moscatel, muy apreciada por su dulzor, y la variedad llamada italiana. Son frutas ricas en azúcares y que contienen una cantidad significativa de ácido fólico y de vitamina B6. Además, la uva contiene distintas substancias muy beneficiosas con efectos antioxidantes y anticancerígenos.
  • El caqui es una fruta típica de esta época. Contiene gran cantidad de agua y de fibra. De su contenido en minerales destaca el potasio y, por lo que se refiere a las vitaminas, destaca la provitamina A y la C.
  • Para acabar con la fruta tradicional, en otoño nos llegan las frutas más características de la siguiente estación, el invierno: las naranjas, las mandarinas, las clementinas y los pomelos, que son muy valoradas por su contenido en vitamina C y ácido cítrico, que tiene acción desinfectante.
  • Es importante hablar de las aceitunas, porque también son un fruto que se recolecta del olivo en otoño. Son ricas en grasas, la mejor y más beneficiosa para el organismo: el apreciado aceite de oliva. Contienen vitaminas como la A, la D, la K, y muy especialmente la E, con un alto poder antioxidante. También tiene propiedades laxantes y es un activador del hígado y la vesícula biliar.
  • Otro producto típico del otoño son los frutos secos, como la avellana, la almendra, los piñones, las nueces y las castañas, que se recolectan durante esta estación. Tienen propiedades muy beneficiosas para el organismo, ya que contienen grasas saludables: los conocidos omega 3. Además, son una fuente muy importante de proteína vegetal. Contienen gran cantidad de minerales (potasio, magnesio, calcio y fósforo) y vitaminas, como la A, la del grupo B y la E. Tienen un bajo contenido en sal y ayudan a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Todos son ricos en fibra.
En el caso de las verduras, podemos encontrar la mayoría durante todo el año gracias a las técnicas de cultivo que existen actualmente, como los invernaderos, aún así, os dejamos con las especialidades del otoño:

  • Aunque encontremos cebollas y zanahorias durante todo el año, el momento de recolección es la primavera, y conservan su frescor durante todo el verano y hasta final de año.
  • Podemos aprovechar el final de temporada de la judía tierna, gustosa y suave, que llega a mediados de primavera y alarga su presencia hasta septiembre.
  • En esta estación se recolectan los frutos de la familia de las solanáceas: la berenjena, los pimientos, los tomates y la patata. Aunque estas hortalizas se encuentren durante todo el año en el mercado, es durante el verano y otoño cuando son más gustosas. La patata se considera un alimento del grupo de las féculas o farináceos por su contenido en hidratos de carbono, y también tiene fibra. Las distintas variedades de pimientos, la berenjena y el tomate nos aportan una gran cantidad de antioxidantes, que son los responsables de los pigmentos de colores vivos que caracterizan a estas hortalizas. Los antioxidantes protegen al organismo, refuerzan el sistema inmune y ayudan a prevenir la aparición de enfermedades.
  • Otra familia de plantas que da sus frutos en verano y se pueden consumir hasta el otoño es la de las curcubitáceas: la calabaza, el calabacín y el pepino. En otoño, existe una variedad de calabaza con la piel más gruesa. Tanto la calabaza como el calabacín aportan fibra soluble muy beneficiosa para los intestinos. El pepino tiene un alto contenido en agua y vitaminas. Por sus colores, sabemos que contienen vitaminas antioxidantes.
  • En septiembre nos llegan las primeras cosechas de verduras, como las espinacas, la coliflor y el nabo. En octubre ya podremos comprar las primeras alcachofas y las coles de Bruselas, y en noviembre entrarán de lleno las verduras de otoño, con las acelgas, los cardos, los espárragos trigueros y el hinojo. En diciembre se inicia la temporada de verduras más hibernales, como la col, el brócoli y el apio. Todas estas verduras son ricas en fibra y potasio, y las de hoja de color verde intenso contienen gran cantidad de ácido fólico.
  • En esta época aparecen las endivias de cultivo (no de invernadero). A finales de otoño llegan las escarolas y las lechugas. Todas estas verduras de hoja verde contienen mucha agua y fibra y aportan poquísimas calorías. También son muy ricas en ácido fólico.
  • Para acabar, una verdura muy representativa del otoño son las setas: “ceps”, níscalos, cabrillas, champiñones… Tienen un alto contenido en agua, proteínas, vitaminas (la C, D y del grupo B) y minerales (potasio, calcio, magnesio, fósforo, yodo y zinc).


Nos despedimos por esta vez y esperamos leernos pronto en otra entrada.

¡Un saludo!

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